«Nowhere to call home» (Ningún sitio al que llamar hogar) sigue a una granjera tibetana que abandona su pueblo para trabajar en Pekín para que su hijo pueda acceder a una educación a pesar de la apabullante discriminación surgida de la situación política de China y Tíbet.
Es la primera vez que un documental recoge la historia de un granjero tibetano que viaja a una ciudad china, y promete hacer cambiar la visión occidental sobre su etnia.
Según el sitio web oficial:
«Viuda a los 28 años, la granjera tibetana Zanta desafía a su tiránico suegro y rechaza casarse con su otro hijo, que está en la cárcel por atraco a mano armada. Cuando su familia política no permite que su hijo de siete años vaya a la escuela, escapa a Pekín para convertirse en vendedora ambulante. Rechazada y enfrentada a la discriminación étnica, convence a una clienta extranjera para que la ayude a pagar los costes del colegio del niño. Cuando los tres viajan de vuelta al poblado de Zanta con motivo del Año Nuevo, su suegro secuestra al pequeño. Sin comerlo ni beberlo, la periodista norteamericana se enfrenta a una dura decisión: Intervenir en la violenta disputa familiar, o contemplar en silencio cómo Zanta y Yang Qing sufren abusos, por otro lado tan frecuentes entre las viudas tibetanas y sus hijos».
Mira el trailer y consigue más información en www.zantathefilm.com
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This is the first feature-legnth documentary by Beijing-based filmmaker and radio correspondent Jocelyn Ford: «Through this story, I hope to make a small contribution to a discussion that may lead to a better-informed world and more enlightened policies, as well as provide food for thought to anyone who has ever reached out to, or is contemplating assisting someone less fortunate.»