Consumo y "Made In China"

Coge cualquier objeto que tengas por casa: Un juguete, un aparato electrónico, el mando a distancia, tu camiseta, el móvil…

Todos sabemos que es muy difícil encontrar lo que sea que no haya sido fabricado en China, pero además de eso, ¿sabías que…?

-Muchos de los productos hechos en China son fabricados por presos políticos, obligados a trabajar en campos de trabajo, además de torturados física y psicológicamente, a menudo por el único delito de protestar contra el gobierno.

-La mayoría de las materias primas necesarias para fabricar esos objetos provienen de regiones ocupadas por China de forma ilegal, violenta e inhumana, como Tíbet, Turkestán Oriental, Manchuria o Mongolia.

-Prácticamente la totalidad de los juguetes que se venden en la Unión Europea son chinos y muchos de ellos son peligrosos para la salud y la seguridad de nuestros niños.

 -Las autoridades chinas intentan estafar a los consumidores europeos usando en sus productos un logotipo casi idéntico al «CE» que no tiene nada que ver con el sello de control de calidad de la UE, sino que significa «China Export» y que no garantiza ningún control de calidad ni seguridad.

-Muchos productos «Made in China» están fabricados con materiales de deshecho peligrosos, incluso basura radiactiva.

-A pesar de la obsesión comunista con conceptos como trabajo o sindicalismo, los trabajadores chinos no tienen ningún tipo de protección laboral, no tienen herramientas para combatir la explotación ni siquiera de la forma más básica y en no pocos casos son obligados a trabajar hasta la muerte con tal de cumplir con las expectativas de las empresas.

-En el resto del mundo las ciudades van estableciéndose a lo largo de la historia en función del movimiento de su población. Sin embargo, en Tíbet y otras regiones de China se edifican más y más ciudades nuevas totalmente desde cero, con el único propósito de alojar a familias chinas de etnia han a quienes se les asegura un futuro prometedor. Sin embargo, no son más que mano de obra barata y su vida se convierte en un eterno turno de trabajo para fabricar el montón de cachivaches de malísima calidad que compramos en los bazares chinos o por internet a través de plataformas como AliExpress.

-AliExpress es una plataforma muy conocida por ofrecer una cantidad realmente gigantesca de vendedores y productos, todos ellos chinos y casi todos de una calidad lamentable. Hasta hay miles de memes en internet riéndose de la diferencia entre el producto ofertado y el que finalmente recibes. Sin embargo, es el negocio estrella de uno de los hombres de negocios más multimillonarios de China y gran aliado de los ideales políticos del régimen. ¿A qué se debe su inmensísima fortuna? En gran medida, a toda la gente que, a pesar de todo, sigue comprando en AliExpress.

-Por culpa de la brutal competencia china gracias a prácticas comerciales sin ética ni escrúpulos, se calcula que el resto del mundo se han perdido unos 20 millones de empleos.

-En 2018 el grupo español El Corte Inglés estableció un acuerdo comercial con AliExpress para ofrecerles un espacio en el que no sólo se vendieron productos, sino también actividades enfocadas a promover el comercio chino en España. Su centro comercial de Nuevos Ministerios, en Madrid, ofrece una estampa realmente inquietante: Casi la totalidad de la gigantesca tienda está dedicada al gran lujo y es realmente difícil encontrar un sólo rincón donde los empleados no sean chinos de etnia han y toda la cartelería aparece en chino.

-La gran mayoría de las empresas chinas son propiedad del  gobierno o el ejército y los beneficios son empleados en alimentar más y más su poder. Cuando no son propiedad del gobierno, igualmente deben someterse a sus directrices de forma muy estricta, facilitándole cualquier tipo de información privada de sus clientes.

-Las empresas extranjeras que operan en China y las empresas chinas que operan en el extranjero también tienen que rendir cuentas ante las autoridades. Por ejemplo, el fabricante alemán de automóviles Volkswagen incluye en sus vehículos destinados al mercado chino sistemas de GPS o cámaras. En cualquier otro lugar, servirían para localización en carretera, ayuda al aparcar… Sin embargo, se utilizan para controlar a la población, monitorizando dónde van los conductores, con quién, para qué…

-La industria manufacturera china llega a tal extremo de hipocresía y cinismo que incluso hay fábricas en las que presos políticos tibetanos, entre palizas, amenazas y torturas, elaboran banderas nacionales tibetanas, ilegales según China y cuya tenencia es considerada actividad terrorista.

¿Cómo es posible?

  • ¿Cómo es posible que una humilde familia china pueda abrir una pequeña tienda de chucherías en pleno centro de las grandes capitales o a la vuelta de la esquina de Gucci, Dior o Versace?
  • ¿Cómo es posible que algunos fabricantes de imitaciones cutres se hayan convertido en firmas punteras del mercado de la telefonía móvil y otras tecnologías, inaugurando más y más flagship stores (tiendas insignia) de lujo en el centro de las grandes ciudades?

¿Debería evitar ciertas marcas?

EXENCIÓN DE RESPONSABILIDAD: Esta web respeta la libertad cualquier firma a formar parte del mercado y lo que aquí se critica no es el hecho de que estas empresas estén ahí, sino el modo en que sirven como herramientas para el régimen chino. Pero también respeta la libertad de los consumidores a decidir no colaborar con dichas empresas. La información que sigue no ha sido elaborada por esta web ni pretende garantizar su fiabilidad, sino que se encuentra ampliamente difundida por internet de forma pública. Por esa misma razón, se listan los casos más destacados aunque bien pudieran ser más. Si conoces alguno, puedes dejar un comentario a esta entrada.

  • Huawei (telefonía, redes)
  • Lenovo (informática)
  • Oppo (telefonía)
  • TikTok (app móvil y red social de vídeos)
  • Xiaomi (telefonía, vehículos eléctricos, etc)
  • ZTE (telefonía, redes)

Estas y otras compañías parecen actuar como el brazo tecnológico del régimen chino. En caso de Huawei, la firma saltó a las portadas de la prensa internacional -entre muchos otros motivos- por su insistencia en imponer su propio desarrollo de la tecnología móvil 5G, algo que al parecer tenía mucho que ver con ser una red monitorizada por el propio gobierno, con lo que eso supondría para la privacidad y seguridad de cientos de millones de usuarios en todo el planeta. En el caso de Lenovo y Xiaomi, expertos hackers fueron consultados y descubrieron que ambas marcas incluyen en sus dispositivos partes que, aunque sólo sea por descarte, les hace pensar que no pueda tratarse de otra cosa más que elementos de espionaje. Cada vez son más personas con ordenadores Lenovo que tapan físicamente la cámara para evitar ser espiados, especialmente cuando en sus equipos guardan información pro-tibetana, imágenes del Dalai Lama, material relacionado con los Derechos Humanos… En el caso de Xiaomi, también son cada vez más populares sus patinetes eléctricos. Una forma perfecta de controlar por satélite los movimientos de sus usuarios. Por su parte, uno de los grandes éxitos de las redes sociales en los últimos años es TikTok, una aplicación móvil que permite grabar vídeos, aplicarles efectos y compartirlos. Cada vez son más quienes alertan sobre el riesgo de que el tentáculo chino se esté asomando a sus cámaras, incluso en directo, cada vez que se abre la app.

Por supuesto, no podemos olvidar servicios online como Weibo y otras redes sociales que el propio régimen ha puesto en marcha precisamente para servir como alternativa a Instagram, Facebook, Twitter y otras que en China están prohibidas. Sin embargo, esto contrasta con el altísimo número de tibetanos en el exilio que continúan usando la app WeChat, a pesar de que el «WhatsApp chino» es un auténtico coladero en el que incluso se infiltran funcionarios para intervenir censurando conversaciones privadas, cancelando cuentas, informando al Partido sobre actividades «criminales»…

En cuanto a alimentación y otros productos, son bien conocidos escándalos como el de la leche infantil adulterada que hizo enfermar a varios cientos de miles de personas y causó la muerte a varios bebés en 2008, cada vez hay más testimonios sobre el arroz elaborado con sustancias como papel o plástico, y en los últimos años incluso los narcotraficantes están viendo amenazado su negocio al saberse que China está produciendo incluso drogas sintéticas de imitación.

Mención especial merece el pescado. En un mundo globalizado en el que cada vez es más fácil encontrar en los supermercados y pescaderías género capturado en aguas muy distantes en el planeta, conviene recordar que China ha sometido por completo el comercio pesquero en lugares como Filipinas, ocupando de manera hostil o mediante engaños comerciales y políticos áreas de pesca que de otro modo le serían ilegítimas. Consumiendo pescado capturado por compañías chinas, se fomenta este tipo de abusos, que hacen que cada vez más países pobres se encuentren entre la espada y la pared sometidos a los caprichos del gigante rojo. Y eso, sin entrar en la cuestión de… qué se supone que estamos comiendo en realidad.

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