Los servicios de inteligencia de Suecia han informado de la detención de un hombre extranjero acusado de espiar a tibetanos.
No se ha facilitado información sobre su identidad ni su procedencia -aparte de saber que lleva varios años viviendo en Suecia- pero todas las sospechas se centran en China, cuyo gobierno tiene por costumbre rutinaria disponer de espías alrededor del mundo, no sólo para saber quién es pro-tibetano, sino también para intentar identificar personas que hayan escapado solicitando asilo en otros países.
De los 100.000 exiliados tibetanos, unos 130 viven en Suecia.
Fuente: Tibetan Journal