Liu Xiaobo, la voz actual de los ciudadanos libres del futuro

Mañana 10 de diciembre, en el Día Internacional de los Derechos Humanos y cuando se cumple el 21 aniversario de la entrega del Premio Nobel de la Paz a Su Santidad el Dalai Lama, gente de todo el mundo se alegra de que el Nobel de la Paz de 2010 vaya a parar al disidente chino Liu Xiaobo. Mientras que el gobierno chino lo tilda de «obscenidad», los tibetanos en el exilio se unen en solidaridad con Liu Xiaobo y alaban sus ideales democráticos.

Otorgar el Nobel de la Paz a un intelectual chino, activista y simpatizante del pueblo tibetano por su lucha por los derechos humanos fundamentales en China es algo muy encomiable. Pero mañana, 10 de diciembre, cuando el mundo sea testigo de la ceremonia de entrega en Oslo (Noruega), Liu no estará allí para recoger el premio ya que se encuentra encarcelado cumpliendo una condena de once años de prisión.

«La férrea postura adoptada por el Comité Nobel en presentar el premio a la Paz a Liu Xiaobo no solo ha significado un duro golpe para el totalitarista régimen chino, sino que además ha dado una esperanza enorme a gente oprimida de todo el mundo», ha declarado Kirti Dolkar Lhamo, presidenta de la Asociación de Mujeres Tibetanas, quien añade: «Reconocer a Liu Xiaobo como un representante de la no-violencia y un impulsor de la democracia da esperanzas al pueblo tibetano cuya larga lucha por la libertad y la justicia continúa».

Liu Xiaobo, gran defensor del pueblo tibetano, ha sido autor de muchos artículos comentando la ocupación sobre Tíbet, incluyendo «La crisis en Tíbet es el fracaso de la dictadura materialista» y «Doce sugerencias para la situación tibetana», que redactó en respuesta al levantamiento de 2008.

Liu Xiaobo fue condenado a once años de prisión por expresarse en favor de una reforma democrática en China. La entrega del Nobel de la Paz significa que la lucha por esa reforma democrática ha alcanzado gran importancia e inspirará a que otros chinos luchen por ella en el futuro. Su Santidad el Dalai Lama ha reconocido que «en los próximos años, las generaciones futuras de chinos podrán disfrutar los frutos de los esfuerzos de los ciudadanos chinos que, en el presente, se esfuerzan por dirigirse hacia un gobierno responsable».

Lukar Jam, antiguo preso político y vicepresidente del Movimiento Tibetano GuChuSum ha declarado: «Solicitamos al Primer Ministro de la India, Shri Manmohan Singh, que hable sobre el conflicto tibetano con Wen Jia Bao durante su visita a la India y presione al gobierno chino para que se implemente la reforma política y de Derechos Humanos por la que miles de chinos y tibetanos arriesgan sus vidas. También demandamos al gobierno chino que ponga en libertad inmediatamente a Liu Xiaobo y a todos los heróicos defensores de los Derechos Humanos, tibetanos y chinos, que sufren en las prisiones».

El cantante tibetano Tashi fue sentenciado a un año y siete meses de prisión por grabar "canciones subversivas". Las torturas físicas y psicológicas son algo cotidiano para los tibetanos en las cárceles chinas.

Más de tres mil presos políticos tibetanos que han ejercitado su derecho a expresarse libremente están sufriendo en las muchas cárceles que China tiene en Tíbet. Tenzin Delek Rinpoché, un querido lider religioso, cumple cadena perpetua; Runggye Adak, un nómada que fue sentenciado a ocho años de cárcel simplemente por decir que Su Santidad el Dalai Lama debería tener derecho a volver a Tíbet; Dhondup Wangchen, un cineasta sentenciado a seis años por hacer un documental mostrando la realidad de los tibetanos que viven en su propio país, o Gendun Chökyi Ñyima, el 11º Panchen Lama -la segunda autoridad budista después del Dalai Lama- que lleva desaparecido junto a su familia desde hace dieciséis años, siendo desde 1995 el preso político más joven del mundo. Contaba con apenas nueve años de edad cuando el gobierno chino le hizo desaparecer, nombrando en su lugar a otro niño como «auténtico» Panchen Lama, cuyas funciones, obviamente, se reducen a servir como títere de los intereses del gobierno del régimen.

Fuente: NVO India / ¡Libertad Para Tíbet!

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